viernes, 14 de agosto de 2009

Diganme sino...


Avecinándose el tiempo de parto y puerperio que, sin dudas, NO podré llamar "de licencia", ya que no tengo sueldo ni trabajo en relación de dependencia, se agudizan los sentimientos de la desempleadez, más pensando que en lo nuestro, hay que remar mucho, aguantar el consultorio vacío y los turnos salteados, hasta que de a poquísimo va creciendo la demanda...

Situaciones como estas atentan no solo contra una como mujer-trabajadora, ya que, cuando todavía se esta en los inicios, "borrarse" tiene sus costos, sino que también atenta contra una como mujer-mamá, ya que no ha faltado quien te diga: "y volvé a trabajar ahí nomás", desconociendo lo que implica para una mamá, y sumemoslé primeriza, tener que organizarse con un bebé de días como para dejarlo y volver a poner la cabeza en los conflictos de los otros.
Hay que añadir también todos los consejos y suposiciones que los otros hacen sobre cómo es estar embarazada y lo que uno "tiene" que hacer.

Al parecer esto de lo subjetivo, de como cada uno transita sus procesos de manera personal, particular y única no es tan tenido en cuenta...
En fin, estas frases que parecieran "hechas", "dogmáticas" al mejor estilo del lacanismo, me hicieron recodar tantas otras que padecimos y padecemos en nuestra lucha por conseguir laburo y salir de las changas; fijense las que recopila muy inteligentemente la página de J.M Mora (tengan en cuenta que "parado" le llaman a los desempleados, como una... vio?)

“Tranquilo hombre, cuando una puerta se cierra otra se abre”
“Bueno y entonces, ¿no estás haciendo nada?
“Pero el paro se acaba”

Visitenla porque es realmente tragicómico y cierto, y después me cuentan ...